dimecres, 16 de febrer del 2011

Diario de una no-vida

Viernes, 5 de agosto de 2010:
Sigo en el hospital de campaña, con vanas esperanzas, llevo tres días sin probar una gota de agua. Ayer una niña se me acercó, le dije que se marchara rápido del lugar en el que me encontraba, pues si se adentraba podría encontrarse con cosas horribles que asaltarían sus noches y no dormiría en meses, y, desde luego, no le deseaba eso a nadie. Tengo ganas de llorar, supongo que no noto caer ninguna gota porque ya no queda agua en mi cuerpo, qué triste. Apenas 5 minutos me quedan, lo sé porque cinco hombres blancos han pasado por delante mía y aunque a penas tenga fuerzas para hablar puedo escuchar. Oigo decir a uno de ellos que no merece la pena mi vida repararían gastos en mí, porque estaba prácticamente muerto ya, mandaron a cavar el hoyo en el cual me enterrarían y cuando me fui a dar cuenta, ya no estaban allí. Desde luego me habría encantado poder decirles que sólo necesitaba agua, y un par de medicinas, no pude. Pero bueno, si mi muerte sirvió para salvar alguna vida.. no perdí del todo. Acabo de morir.

Lunes, 13 de enero de 2011:
 Ahora estoy en no sé muy bien dónde, tampoco sé el tiempo que estaré aquí, pero puedo ver el mundo entero, puedo contemplar desde el polo norte hasta el polo sur. Después de vivir lo que he vivido, más bien, después de vivir lo que no he vivido he de decir:
¿Cómo puede ser que mientras una mitad del mundo goza de toda clase de comida y bebida a menos de 500 m, la otra mitad ha de recorrer 2 km para poder transportar una garrafa de agua desde el río "más próximo" hasta la aldea en la que habita?
¿Para eso morí yo? ¿Para enriquecer, de alguna manera, a los más ricos y empobrecer a los más pobres?
Yo creía que el mundo entero estaba igual que yo, nadie se dignó a darme información, ni datos, nada. Ni siquiera sabía de la existencia del dinero, ni de que se derrochaban tantos miles de agua al día, agua por la que yo habría hecho barbaridades, lástima que no me quedaran fuerzas por la ausencia de comida.
Tampoco tenía constancia de que existían medicinas que lo curaban prácticamente todo, ni que en otros países se habían erradicado las enfermedades por las que murió mi hija. Maldita sea.

Domingo, 30 de octubre de 2540:
El mundo se ha acabado, insuficiencia de víveres y derroche extremo de agua. El 60% de personas murió por desnutrición, el 15% por deshidratación. Os preguntaréis qué pasó con el resto de personas, murieron como víctimas de una guerra que se desencadenó a causa de ésto. Ahora no hay humanos y todo, absolutamente todo, es mejor. Las hormigas pueden ya respirar tranquilas, al igual que los siluros u otras especies..

"Los humanos ya no aportamos nada a la naturaleza, sólo la destruimos..,"

Marina Muñoz, 3 ESO, IES Azud de Alfeitamí (Almoradí)

5 comentaris:

  1. De verdad, Marina.
    Sigue compartiendo con nosotros, todos aquellos que visitamos este blog cuando el tiempo nos lo permite, tus profundos e impresionantes comentarios.

    Tu capacidad de expresión y de transmitir voluntad, sensibilidad, comprensión y humanidad son realmente sorprendentes.

    El solo hecho de que sepas que estás compartiendo esto con los demás, ya debe ser suficiente para que te puedas sentir feliz y orgullosa, aunque haya tantos problemas que inciten a lo contrario. Desde una felicidad personal también se podrá luchar mucho mejor contra cualquier problema.

    Muchas gracias por tu aportación.

    ResponElimina
  2. Gracias Marina, eres estupenda, me has hecho llorar por dentro. ¿Quizás tu cuento sea una realidad oculta que no queremos ver? Un abrazo.

    ResponElimina
  3. Efectivamente, no la queremos ver por nuestra propia comodidad, estamos muy a gusto sentados en el sofá viendo la televisión mientras que niños (y adultos también) que no tenían que morir, mueren, desgraciadamente, sí, es una realidad.

    Gracias a ambos/as, de verdad, así da gusto escribir.

    ResponElimina
  4. Gracias a ti, Marina, por participar tan activamente en este proyecto. Y también gracias a todos aquellos que te leen y se atreven a participar, aunque sólo sea reflexionando.

    Si es verdad eso que dices de "así da gusto escribir", sigue haciéndolo. Compartir emociones y opiniones es una de las cosas más grandes que nos permite hacer nuestra condición de humanos.

    Por lo que muestras en este cuento, a parte de tener una gran capacidad de expresión, has conseguido hacer tuyos todos estos problemas que afectan a nuestro mundo actual. Eso demuestra valentía y fuerza personal. Muchas personas no tienen en cuenta estos problemas, no por maldad, no por mala fe, sino por falta de fuerza o valentía. Un empujoncito como estos ayuda a que muchas personas se replanteen un poco sus actos y puedan ser un poquito, aunque sólo sea un poquito, más valientes.

    Por tanto, muchos ánimos y sigue así.

    Eso sí, un consejo te daría. Al hacer tuyos estos problemas del mundo, cabe la posibilidad de caer en la desesperación. No se te ocurra escoger esa opción. No sería bueno para ti ni para nadie. Intenta escoger también todos aquellos momentos, situaciones y acciones positivas que pueden ocurrir en el día a día o que podrían ocurrir. En un instituto, incluso, podemos disfrutar de situaciones así todos los días. No todo es "negro". Con una perspectiva positiva se pueden también denunciar problemas pero, a la vez, ser un poco más feliz con todo lo que hacemos.

    Un saludo y gracias de nuevo por tu aportación.

    ResponElimina
  5. El hecho de que alguien se pueda llegar a replantear alguno de sus actos al leer este relato (o cualquiera de los que hay aquí) ya es toda una satisfacción para mí (y para, supongo, los demás autores de éste blog), y, por lo tanto, cosas así son las que te animan a cambiar, aunque sólo sea un poco, tu entorno.. y de ésta manera contribuir para conseguir un mundo mejor, con fuerza, con ganas, con positividad.

    Reitero las gracias.

    ResponElimina