Mi mejor amiga

Mi mejor amiga, Laura, fue la chica más guapa de clase. La chica más conocida en el instituto. La chica más inteligente. Ella fue superior a todos.
Fue mi mejor amiga desde que tuvimos 5 años. Cuando llegamos al instituto, se convirtió en alguien... diferente. Todos pensaban que era como una reina, la mejor de todos. Los chicos se volvían locos por ella. Las chicas querían copiar todos sus movimientos. Yo siempre fue conocida como 'la amiga de Laura'. Cada día Laura tenía más popularidad. Las únicas personas que no le gustaban eran las personas que estaban celosa de ella.
Un día, Laura y yo nos quedamos por la tarde con Raquel, la chica 'rebelde', la que no hacía nada en clase, pasaba el día fumando porros. Raquel fue, probablemente, la única chica que impresionó a Laura.
Cuando quedábamos con Raquel y sus amigos, Laura estaba preparada para hacer cualquier cosa para impresionar a Raquel. Entonces, cuando Raquel nos preguntó si queríamos probar un porro, Laura dijo que sí inmediatamente.
-Y tú, ahm, no me acuerdo de tu nombre...
-Me Llamo Vera. Y no, no quiero probarlo.
-Pero, ¿por qué? Te hace relajar, es una cosa muy divertida.
-Bueno, yo puedo relajarme sin eso.
Raquel me dirigió una mirada horrible, como si estuviera invadiendo su 'tiempo relajado y divertido' con sus amigos.
En ese momento empezó todo. Laura fumó sólo un poco, pero ya se podía ver la miraa codiciosa en sus ojos.
Cada semana, Laura volvía a quedarse con Raquel, fumando porros. Después, empezaron a tomar cocaina. Nunca entendí como tenían tanto dinero para comprar drogas cada semana.
Después d eunos meses, Laura ya no era la chica más guapa y más inteligente de la clase. Su cara carecía de emociones, su pelo tenía mucha grasa, suspendía sus exámenes. Cuando intenté hablar con ella, Laura ya no era mi mejor amiga, era una persona totalmente diferente.
-Laura, tienes que buscar ayuda o algo.... Ya sé que los porros son divertidos para los adolescentes, pero ya has fumado demasiado. ¿Y ahora has empezado con la cocaina? Laura, tú no eres esa persona, no tienes que haceer lo que Raquel te ordena hacer.
-Vera, no sabes nada. Eres tonta y inocente. Estoy más relajada y más feliz que en ningún momento de mi vida. No te necesito diciéndome cada minuto lo peligroso que es lo que estoy haciendo, porque no lo es. No estoy muerta, ¿a que no? Entonces, déjame en paz.
Meses, años, han sido casi cuatro años desde que no he visto a Laura. Yo estoy en la Universidad ahora. Quería saber donde está, cómo está, donde vive, si tiene novio, y lo más importante... si ha terminado de tomar drogas.
La llamé, pero el contestador decía que ese número ya no existía. Entonces, fui a la casa de su madre. Después de pulsar el timbre de su casa tres veces, su madre abrió la puerta. Al verme, se puso a llorar. Me dijo que Laura ya no estaba allí, porque está en un hospital de salud mental. Las palabras revoloteaban en mi cabeza, haciendo eco en mi mente. Laura está en un hospital de saluda mental por el consumo excesivo de drogas. Cuando acabó en el instituto empezó también a tomar heroina. Es un milagro que no esté muerte. Laura tiene esquizofrenia. El consumo excesivo de marihuana ha hecho que sea imposible que tenga hijos. Su nariz se ha aplanado por consumir cocaina. Com ha dicho, es un milagro que haya sobrevivido, después de desmayarse en su habitación mientras que estaba fumando un porro.
Raquel no ha visitado a Laura. Raquel no la ha llamado, ni a su madre. Raquel no está interesada.
Yo visito a Laura. Su apariencia me dio ganas de llorar. No era mi Laura. Era una chica perdida, cuya mente sólo pensaba en las drogas.
Yo estoy en la Universidad, estudiando psicología. Después de ver a Laura, aprendí todo sobre la esquizofrenia. Yo quiero hacer algo con mi futuro, y, después de ver a mi pobre amiga, estoy muy contenta de haber rechazado la oferta de fumar un porro.

Evie Letch. 3 ESO, IES Azud de Alfeitamí