Darwin nos informó que somos primos de los monos, no de los ángeles.
Después supimos que veníamos de la selva africana y que ninguna cigüeña nos había traído desde París.
Y no hace mucho nos enteramos de que nuestros genes son casi igualitos a los genes de los ratones.
Ya no sabemos si somos obras maestras de Dios o chistes malos del Diablo.
Nosotros, los humanitos:
los exterminadores de todo,
los cazadores del prójimo,
los creadores de la bomba atómica, la bomba de hidrógeno y la bomba de neutrones, que es la más saludable de todas porque liquida a las personas pero deja intactas las cosas,
los únicos animales que inventan máquinas,
los únicos que viven al servicio de las máquinas que inventan,
los únicos que devoran su casa,
los únicos que envenenan el agua que les da de beber y la tierra que les da de comer,
los únicos capaces de alquilarse o venderse y de alquilar o vender a sus semejantes,
los únicos que matan por placer,
los únicos que torturan,
los únicos que violan.
Y también
los únicos que ríen,
los únicos que sueñan despiertos,
los que hacen seda de la baba del gusano,
los que convierten la basura en hermosura,
los que descubren colores que el arcoiris no conoce,
los que dan nuevas músicas a las voces del mundo
y crean palabras, para que no sean mudas
la realidad ni su memoria.
Eduardo Galeano
Espejos. Una historia casi universal. Siglo XXI editores.
dijous, 10 de març del 2011
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Y que razón tiene este texto hay que actuar ya!!
ResponEliminaY depaso aprovecho y saludo a JOSE besitos cuidate!!
Cristina Pérez Pinoso
Tener perspectiva y ser humildes nos ayuda a sobrevivir. Julia y Marisa
ResponEliminaLos seres humo somos capaces de lo sublime y de lo atroz. Sólo tendremos opción a sobrevivir sí aprendemos a usar nuestra libertad.
ResponEliminaRosa Julio Encarna