Innatos deberían ser derechos como el hablar libremente, vivir y comer. No deberían estar impresos en papel pues sólo el hecho de existir implica el respeto a ti mismo y a los demás, o eso quiero creer yo.
Todos nacemos de la misma manera y al final, todos polvo seremos, sin excepción alguna. Queramos o no, convivir en el mundo con otras personas es algo que nos toca hacer y conseguir hacerlo de una manera amena y llevadera es responsabilidad de todo el que en éste mundo habita.
Cuando el color de los ojos importe más que el de la piel, cuando en un mundo global el hecho de buscar comida en otra tierra no te convierta en ilegal se verá el triunfo del amor contra el odio. Si bien cabe destacar que ilegal no es la persona, sino el hecho de dejar que todo ésto suceda y que hablar de libertad no es sólo ir contra el opresor.
Hay quién se queja de que el inmigrante quita horas en la empresa pero yo digo que más quita la consola que es japonesa y nadie se queja.
"No se me ocurre un problema más tonto, ni más obvio que este, pero al igual que con los derechos humanos si no lo dejas plasmado no se toma en serio."
Marina. 3 ESO, IES Azud de Alfeitamí
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