diumenge, 28 de febrer del 2010

El pueblo arcoiris



EL PUEBLO ARCOIRIS.

Al principio el mundo estaba quieto y callado. El suelo estaba cubierto con rocas y piedras de colores aburridos. Todo parecía muerto. Pero mirando un poco más de cerca se podía descubrir que no eran piedras sino personas pequeñas que no se movían.
Un día sopló una brisa sobre la Tierra que dio calor a las personas llenándolas de vida y amor. Empezaron a moverse... a tomar vida... a mirarse unas a otras... a saludarse... a quererse...
Al explorar su mundo encontraron cintas de colores en el suelo. Les encantó y corrieron a cogerlas. Eran preciosas y las cogieron con admiración. Las había azules, otras eran rojas, algunas verdes… Jugaban con ellas... se enredaban unas con otras y se reían de los brillantes colores. Así pasó mucho tiempo.
Pero un día, de repente, sopló otro viento. Esta vez les hizo temblar de frío. Se miraron unos a otros, se dieron cuenta de que eran diferentes... A partir de entonces perdieron la confianza que tenían unos en otros.
Las cintas rojas se reunieron y se fueron a una esquina. Las azules también se juntaron y se fueron a otra esquina. Lo mismo hicieron las verdes.
Se olvidaron de que habían sido amigos y amigas, que se habían querido. Los otros colores parecían diferentes y extraños. Construyeron paredes para echar fuera a los demás... Se dieron cuenta de que los rojos tenían agua pero no alimentos... Los azules tenían comida pero no agua... Los verdes tenían vivienda pero no tenían leña para calentarse...
Comenzaron a hablar y con el diálogo el sentido del amor volvió. Recordaron que antes habían sido amigos. Tiraron los muros y se saludaron mutuamente. Cuando vieron que los colores les habían dividido quisieron tirarlos pero pensaron que echarían de menos la alegría de los colores brillantes. Así que mezclaron todos los colores formando una preciosa cinta con los colores del arco iris. Se llamaron a sí mismos El Pueblo Arco Iris y la cinta de colores fue su símbolo de paz.

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