Millones de personas trabajan en todo el planeta en condiciones análogas a la esclavitud para engrasar la máquina del consumo y el incesante proceso de acumulación de capital que requiere el sistema. En las últimas décadas, la sociedad civil comienza a pedir responsabilidades a las empresas y a entender el consumo como un acto político.
Texto: Nazaret Castro y Laura Villadiego. Ilustración: Teresa Císcar.
Em sembla un tema molt interessant.
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