Dentro del proyecto “Obrim una finestra al món” que iniciamos el curso pasado, las alumnas de TLF de 2ºBachillerato del IES LA MOLA de Novelda, han realizado un trabajo de investigación sobre el uso de nuevos materiales que serán utilizados en los envases del futuro y sobre las nuevas formas de envasar.
Cada año se consumen en España más de 150.000 millones de envases, que representan unos siete millones y medio de toneladas de peso. Casi la mitad de ellos no se reciclan. Por ello, la exigencia para reducir el impacto ambiental en el mundo empresarial es especialmente clave en el tema de envases y el embalaje. La búsqueda de la sostenibilidad está marcando ya el desarrollo del sector y lo hará de manera más acusada en los próximos años. La distribución, los envasadores, los fabricantes de envases y embalajes y las administraciones están actuando de manera decidida para reducir el impacto ambiental del envase y embalaje y hacerlo, además, de manera compatible con la rentabilidad de la empresa.
La Comisión Europea invertirá 6,5 millones de euros en un proyecto europeo que tratará de desarrollar materiales compuestos más sostenibles basados en fibras de madera. El proyecto SustainComp, en el que participan 17 organizaciones de toda Europa, está coordinado por la compañía de I+D sueca STFI-Packforsk AB.
SustainComp desarrollará nuevos biocomposites (materiales compuestos con materiales renovables) nanoestructurados basados en fibras de madera con el fin de que sean utilizados por un gran número de sectores como por ejemplo el transporte o el envase y embalaje. La producción de estos nuevos materiales puede integrar grandes empresas fabricantes de materias primas y consumidores de estas materias (por ejemplo, fábricas de pasta de papel y fabricantes de envases), y pequeñas y medianas empresas dedicadas al procesado (por ejemplo, fabricantes de mezclas y de materiales composites).
Otro de los proyectos que ha presentado la empresa Procter & Gamble para el próximo año 2011 es el uso de plásticos derivados de caña de azúcar. Esto significa un avance significativo en el desarrollo de envasado sostenible, ya que se trata de un recurso renovable, a diferencia del plástico tradicional derivado del petróleo. El nuevo material se obtiene a partir de un innovador proceso que transforma la caña de azúcar en polietileno de alta densidad (HDPE). Este material es 100% reciclable y puede depositarse en cualquier punto limpio. Por otro lado hemos encontrado que, Científicos del Servicio de Investigación Agrícola de Santa Bárbara(California) están desarrollando envases ligeros y biodegradables elaborados con almidón de trigo para envasar comida. También el almidón se puede usar para hacer tazas, tazones y platos. La ventaja de estos envases es que son biodegradables. Tener una variedad de almidones diferentes - tales como de trigo, patata o maíz - les da a los fabricantes de productos biodegradables alguna flexibilidad de adquisición. Esa flexibilidad puede ayudarlos a asegurar que sus precios sean competitivos con los artículos hechos de poliestireno. Los envases a base de trigo se pueden fabricar en maquinas de moldear que funcionan semejante a una waflera gigante. El proceso comienza con verter el batido del almidón de trigo en el molde calentado, el cual entonces se cierra con llave. La humedad en el batido genera vapor que, por su parte, causa el batido a espumar, expandir, y llenar el molde. El vapor se escapa y cuando la "cocción" se termina, el molde se abre, el producto se saca, y el ciclo comienza de nuevo. El proceso entero tarda menos de un minuto. Una capa resistente al agua, agregada más tarde, ayuda al envase a mantener su resistencia y forma. Cada año se consumen en España más de 150.000 millones de envases, que representan unos siete millones y medio de toneladas de peso. Casi la mitad de ellos no se reciclan. Por ello, la exigencia para reducir el impacto ambiental en el mundo empresarial es especialmente clave en el tema de envases y el embalaje. La búsqueda de la sostenibilidad está marcando ya el desarrollo del sector y lo hará de manera más acusada en los próximos años. La distribución, los envasadores, los fabricantes de envases y embalajes y las administraciones están actuando de manera decidida para reducir el impacto ambiental del envase y embalaje y hacerlo, además, de manera compatible con la rentabilidad de la empresa. La Comisión Europea invertirá 6,5 millones de euros en un proyecto europeo que tratará de desarrollar materiales compuestos más sostenibles basados en fibras de madera. El proyecto SustainComp, en el que participan 17 organizaciones de toda Europa, está coordinado por la compañía de I+D sueca STFI-Packforsk AB. SustainComp desarrollará nuevos biocomposites (materiales compuestos con materiales renovables) nanoestructurados basados en fibras de madera con el fin de que sean utilizados por un gran número de sectores como por ejemplo el transporte o el envase y embalaje. La producción de estos nuevos materiales puede integrar grandes empresas fabricantes de materias primas y consumidores de estas materias (por ejemplo, fábricas de pasta de papel y fabricantes de envases), y pequeñas y medianas empresas dedicadas al procesado (por ejemplo, fabricantes de mezclas y de materiales composites). Otro de los proyectos que ha presentado la empresa Procter & Gamble para el próximo año 2011 es el uso de plásticos derivados de caña de azúcar. Esto significa un avance significativo en el desarrollo de envasado sostenible, ya que se trata de un recurso renovable, a diferencia del plástico tradicional derivado del petróleo. El nuevo material se obtiene a partir de un innovador proceso que transforma la caña de azúcar en polietileno de alta densidad (HDPE). Este material es 100% reciclable y puede depositarse en cualquier punto limpio.
Por otro lado hemos encontrado que, Científicos del Servicio de Investigación Agrícola de Santa Bárbara(California) están desarrollando envases ligeros y biodegradables elaborados con almidón de trigo para envasar comida. También el almidón se puede usar para hacer tazas, tazones y platos. La ventaja de estos envases es que son biodegradables. Tener una variedad de almidones diferentes - tales como de trigo, patata o maíz - les da a los fabricantes de productos biodegradables alguna flexibilidad de adquisición. Esa flexibilidad puede ayudarlos a asegurar que sus precios sean competitivos con los artículos hechos de poliestireno. Los envases a base de trigo se pueden fabricar en maquinas de moldear que funcionan semejante a una waflera gigante. El proceso comienza con verter el batido del almidón de trigo en el molde calentado, el cual entonces se cierra con llave. La humedad en el batido genera vapor que, por su parte, causa el batido a espumar, expandir, y llenar el molde. El vapor se escapa y cuando la "cocción" se termina, el molde se abre, el producto se saca, y el ciclo comienza de nuevo. El proceso entero tarda menos de un minuto. Una capa resistente al agua, agregada más tarde, ayuda al envase a mantener su resistencia y forma.
dissabte, 11 de desembre del 2010
nuevos envases- nuevos materiales
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