Empecemos por asentar las bases de esta peligrosa receta. Todo empieza con medio kilo de falsa democracia, seguido de dos kilos de incultura popular, tanto como para que la gente no sepa ni lo que vota. Todo esto se mezcla con tres grandes cucharadas soperas de falsas esperanzas, seguido de unos puñados de medios de manipulación, ya que gracias a ellos nos mantienen dormidos sin apenas darnos cuenta de lo que la realidad nos ofrece, corrupción y decadencia de todos los seres políticos. Todo ello se tiene que mezclar con un kilo de telebasura que nos diga como tenemos que ser, todos iguales y programados para seguir a las masas, como borregos. Se le suma la absurda necesidad de comprar productos inútiles fabricados por grandes empresas que para darse a conocer al estúpido consumidor solo tendrán que salir en los espacios publicitarios que salen durante y después de los programas basura. Todo esto se vuelve a mezclar con dos kilos de brutalidad policial y leyes absurdas que repriman a cualquier persona con dos dedos de frente que intente cambiar las cosas. Todo esto se debe hornear durante cuatro años y servirse en forma de votaciones generales para que el gran monstruo que conocemos, alimentamos y adoramos llamado capitalismo pueda comérselo con facilidad y sin atragantarse, y así poder nutrirse de los pobres obreros que trabajan jornadas agotadoras puedan tener un mendrugo de pan que echarse a la boca y un techo donde mal vivir rodeado de trastos inútiles hasta el fin de su triste vida.
Sección IES Navarro Santafé (Villena)
m'encanta!!!
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