dilluns, 23 d’agost del 2010

Nuestro hogar


Conseguimos tomar esa fotografía (desde el espacio más profundo) y, si la observas, verás una mota. Es aquí. Es nuestra casa. Somos nosotros. En esa mota, cualquiera de quien haya oído hablar, cualquier ser humano que haya existid, vivió su vida. El conjunto de nuestras alegrías y sufrimientos, miles de religiones, ideologías i doctrinas económicas, cada cazador y cada recolector, cada héroe y cada cobarde (…) cada rey y cada campesino, cada joven pareja enamorada, cada niño lleno de esperanza, cada madre y cada padre, cada inventor y cada explorador (…) cada santo y cada farsante en la historia de nuestra especie, vivieron en una mota de polvo, suspendida en un rayo de Sol.
La Tierra es una pequeña etapa en un inmenso estadio cósmico. Pensad en los ríos de sangre vertidos por todos aquellos generales y emperadores para que, en su gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de una mota de polvo. Pensad en las crueldades sin fin infligidas por los habitantes de una esquina de la mota en los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina. Qué frecuentes sus incomprensiones, su propensión a matarse entre ellos, qué fervientes sus odios. Nuestra imaginaria importancia, la ilusión de que tenemos alguna posición privilegiada en el Universo, son desafiadas por este punto de pálida luz.
La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, en este momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad y construcción de carácter. Quizá no hay mejor demostración de la tontería de los prejuicios humanos que esta imagen distante de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amablemente, y de preservar el pálido punto azul, el único hogar que jamás hemos conocido.

Fragmento del artículo de Carl Sagan REFLEXIONES SOBRE UNA MOTA DE POLVO

diumenge, 15 d’agost del 2010

Ellas son... África

Reducir la mortalidad infantil

...Objetivo del milenio 4... reducir en dos terceras partes la mortalidad de niños menores de 5 años...

Mejorar los servicios públicos de salud, el acceso al agua potable y el mejor saneamiento, son claves para reducir la mortalidad infantil.

Dibujo: Carlos Esquembre
10 millones de niños y niñas mueren al año (30.000 al día), antes de cumplir los 5 años de edad. La mayoría de las muertes son por causa de enfermedades que se podrían prevenir o curar con medicamentos de bajo coste (neumonía, diarrea, paludismo y sarampión).

Reflexiona: En España se consumieron en el 2007, 56 millones de antibióticos. Casi la mitad de la población española utiliza de forma incorrecta los antibióticos y esto provoca el aumento de resistencias a los fármacos.

dissabte, 14 d’agost del 2010

Cuando

Cuando estaba en casa encendía el televisor y cambiaba de canal cada cinco minutos.
Cuando se sentía solo buscaba compañía en el chat.
Cuando tenía sed se bebía un zumo en pack individual.
Cuando quería demostrar lo que valía, salía a dar un paseo en su coche.
Cuando tenía un problema en el trabajo sólo lo hablaba con su psicólogo.
Cuando quería ser solidario compraba un bono de ayuda a una ONG.
Cuando quería participar en algo cogía su móvil y votaba a su cantante favorito marcando el 6645.
Cuando estaba triste buscaba la tarjeta de crédito en la cartera.
Cuando tenía frío nadie le arropaba.

Fuente: http://www.consumehastamorir.org (Ecologistas en Acción)

Tukki... La huella ambiental

Miles de senegaleses se encuentran ante una encrucijada: a unos se les está “comiendo” el desierto, otros ya no pueden predecir las lluvias como antes y su tierra se seca, y para otros muchos la pérdida de los bosques arruina sus pueblos. En definitiva, su entorno se muere y no saben cómo solucionar estos problemas. "Tukki", que significa viajar en wolof, refleja el viaje que se ve obligado a emprender un joven senegalés desde su aldea, situada al sur del país y cercana a Tambacounda, ante la degradación del suelo y la deforestación que sufre su entorno. Su destino, al igual que el de miles de senegaleses que también abandonan sus lugares de origen en las zonas costeras del suroeste, le lleva hasta Dakar, dónde espera encontrar una alternativa de desarrollo. Y desde Dakar quién sabe...

Fuente: http://www.fundacion-ipade.org/tukki/

Teranga, a la mujer senegalesa


Fuente: http://www.documentalteranga.com/