Cuando el trabajo de un alumn@ consigue emocionarte por su sensibilidad, te embarga el placer de saber que hay algo significativo detrás. Esta semana he tenido esta vivencia en diferentes momentos. Las sorpresas han venido además de alumn@s poco adaptados al ritmo prosaico de las aulas y son la “consecuencia” del paso de la exposición “Obrim una finestra al món” por el instituto. Les he visto más interesados que en cualquier otra exposición que hayamos colgado en nuestras paredes y las libretas que recogían sus trabajos tras la visita me han proporcionado una emoción nueva. Ahora, tras tener la exposición en el centro, comenzamos a trabajar ecología en 4t ESO centrándonos en los problemas de la especie humana en nuestro planeta y continuaremos la experiencia centrándonos en los ecosistemas de África, porque hemos decidido abrir una ventana a este continente y elaborar con nuestro trabajo un “libro” que viaje en la exposición
En la red IRES trabajamos en las aulas teniendo como referente el modelo didáctico investigativo y centrándonos en problemas relevantes para el alumnado, además intentamos dotar a nuestro trabajo una perspectiva crítica. La exposición “Obrim una finestra al món” no sólo es una herramienta poderosa para trabajar desde nuestra perspectiva, sino que abre nuevos horizontes, ya que en ella se ha producido la tan deseable construcción colectiva del conocimiento no solo dentro de nuestras aulas, o de nuestros centros educativos, sino de alumnos de diferentes partes del estado español, de diferentes edades, en diferentes situaciones, en distintas lenguas, alumn@s catalanes escribiendo en gallego, alumnos de primaria, de centros específicos, de escuelas de de personas adultas... tod@s juntos construyendo paneles de la exposición, intentando mirar y comprender el mundo desde una perspectiva crítica. Alumn@s de diferentes pueblos del país valenciano intercambiando cartas con alumn@s de Nicaragua... y todos ellos seducidos por la magia de OBRIM.
Además, cuando la exposición ha llegado al instituto, ya había pasado por otros centros, gracias a ello, he tenido la ocasión de trabajar con materiales didácticos elaborados por otros profesores, disfrutando así del banco de actividades que entre todos hemos ido creando. Por tanto, tejiendo redes también con otros profesores, con otros centros.
Como una verdadera telaraña, hemos creado un sistema que se sostiene por los hilos de colores que hemos ido tejiendo junt@s.
Persona a persona, todos los que hemos aportado un granito de arena para crear esta experiencia, hemos crecido, aprendido, vivido y soñado con ella. Quizá haya sido el efectó dominó, quizá el efecto mariposa, o quizá, mirado desde la fuerza de la vida que emerge en nuestro planeta y, utilizando un símil fotosintético, haya sido “la fada clorofila”, la que con su magia haya catalizado todos estos esfuerzos y gracias a la energía de un sol común, hayamos conseguido caminar creciendo.
En cualquier caso, gracias a tod@s.
Pepa Gisbert, Red IRES
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